Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y tus presentaciones no escapan a esta frase hecha que tantas veces hemos oído. Puedes intentar explicar un producto, unos resultados o cualquier dato con tus palabras, pero si cuentas con el apoyo de una imagen el resultado será mucho mejor. Puedes utilizar imágenes en tus presentaciones, sí, pero hay que saber cómo hacerlo ya que no puedes incluir fotografías en tus presentaciones al azar, sino que tenemos que seguir una serie de criterios para que su uso sea realmente eficiente.
Así puedes utilizar las imágenes en tus presentaciones
Una buena forma de utilizar las fotografías en tus presentaciones es para romper el hielo y llamar la atención del público desde el principio. Empezar la presentación con una diapositiva relacionada con el contenido de tu exposición, ya sea de forma directa o metafórica, es siempre una buena idea que además nos permite involucrar a la audiencia desde el minuto 1. Sobra decir que utilizaremos una buena fotografía, con la resolución suficiente para que se puedan apreciar todos los detalles al ampliarla en el proyector.
Seleccionar una foto para la presentación es una tarea mucho más difícil de lo que parece, ya que el objetivo será relacionar la idea de la que hablamos con la imagen, una relación que siempre tendrá ese punto de subjetividad que puede llevar al público a interpretaciones diferentes. Por eso, más allá de su uso en la primera diapositiva, acompañaremos el uso de fotografías con texto, ya sea en la misma diapositiva, en la previa o la anterior, además de tus propias palabras, el mejor complemento a cualquier imagen.
Más allá de las fotos tenemos otras imágenes como los gráficos, un excelente aliado a la hora de presentar resultados con parámetros numéricos como porcentajes, estadísticas, etc. Si tienes que hacer una presentación para presentar resultados, incluir un gráfico en la presentación que refleje esos resultados será la mejor decisión que puedas tomar. Eso sí, no todo vale en el mundo de los gráficos ya que un exceso de carga puede hacer que obtengan el resultado contrario al que buscamos y confundan aún más a nuestro público.
Por último tenemos las ilustraciones o cliparts, que tienen tantos seguidores como detractores. Son unas imágenes prediseñadas que suelen incluir muchos programas y que generalmente le restan seriedad y profesionalidad a tu presentación de forma que evitaremos utilizarlas… al menos, tal como aparecen en el programa. Podemos editarlas de forma que las mejoremos. En cualquier caso,las imágenes que incluyas en tu presentación deben cumplir con la regla de los tercios, no estar muy cargadas y, si son fotografías, proceder de bancos públicos de imágenes. Existen muchas herramientas o recursos gratuitos para encontrar imágenes para una presentación, sólo tienes que dar con aquellas que encajan mejor con el contenido.
¿Es obligatorio utilizar imágenes en las presentaciones?
Llegados a este punto te preguntarás si el uso de imágenes y fotografías en tus presentaciones es necesario o podemos prescindir de él. No todas las presentaciones admiten imágenes, y si las vas a utilizar es porque aportan un valor añadido a las diapositivas y a tu discurso. Si las utilizas como relleno o para hacer bonito corres el riesgo de que la atención del público se centre en lo secundario (las imágenes), olvidando lo prioritario (tu discurso).
Por eso, asegúrate de que las imágenes de tus presentaciones tienen sentido y aportan ese valor. Hay un último factor a tener en cuenta a la hora de elegir imagen: que te guste. Al fin y al cabo, eres tú el que se va a subir al estrado a desarrollar la presentación y si no te sientes a gusto con la presentación tu trabajo se complicará. En ocasiones, es preferible descartar una foto que no gusta o no convence a incluir esa imagen que nos hará sentir un poco incómodos cuando lleguemos a ella.