Tu voz será tu mejor aliado a la hora de enfrentarte a una presentación o exposición donde tengas que hablar en público, pero si el lugar donde se celebra esa exposición es muy grande necesitarás un micrófono. No importa si estamos en un salón de conferencias, en un aula universitaria o en el salón de actos de un hotel, el micrófono te ayudará a transmitir el mensaje y que este llegue a toda tu audiencia, pero para que el mensaje llegue de forma efectiva es indispensable saber usar el micrófono en una exposición.
Cómo usar el micrófono al hablar en público
Porque utilizar el micrófono en una exposición para hablar en público no es tan fácil como encenderlo y empezar a hablar.
Para empezar, tenemos varios tipos de micrófono y lo primero que deberías hacer es comprobar qué tipo de micrófono tendrás y si hay micrófono, ya que no es lo mismo hablar con un micrófono fijo que con uno inalámbrico o uno de solapa. Siempre que sea posible, haz una pequeña prueba de micro antes de que llegue el público para comprobar que funciona y que está ajustado al volumen correcto.
Una de las técnicas para hablar en público se trata de mantener las distancias es muy importante en muchos aspectos, y el uso del micrófono es uno de ellos. No podemos acercarnos mucho al micrófono, ya que si lo hacemos nuestras palabras sonarán distorsionadas y el público no podrá seguir el discurso. Sin embargo, si lo alejamos demasiado de nuestra boca no se oirá lo que decimos. Lo ideal es tener el micrófono a unos 15 centímetros de la boca, y si nos desplazamos sobre el escenario desde el que hablamos moveremos la boca en el mismo sentido del cuerpo para no alejarnos del micrófono.
Aunque el uso del micrófono te ayudará a proyectar tu voz recuerda que debes utilizar un tono claro y contundente para que el mensaje llegue lo más nítido posible al micrófono. No es necesario gritar, lo que provocará distorsiones en el sonido que saldrá de los altavoces, pero tampoco podemos utilizar un tono de voz muy bajo. Modula la voz para hablar mejor en público y recuerda que cualquier susurro o comentario por lo bajinis se amplificará y todo el mundo lo oirá, así que si tienes que comentar algo en voz baja apaga el micrófono o habla en dirección opuesta.
Todos estos consejos podemos aplicarlos cuando tengamos que hacer nuestra exposición con un micrófono fijo, que también tiene sus especificidades. Por ejemplo, tendremos que ajustar su altura de forma que apunte a la boca, dejando esos 10 o 15 centímetros de separación. Con el micrófono fijo la coordinación del movimiento corporal y de la boca cobra especial importancia, ya que si no se mueven a la vez la intensidad de tu voz fluctuará, algo que puede distraer a la audiencia.
Cómo NO utilizar el micrófono al hablar en público
Igual de importante que aprender a usar el micrófono en una exposición es saber qué no debes hacer nunca con el micrófono cuando hablas en público. La primera prohibición es soplar o golpear el micrófono al encenderlo para comprobar que funciona. El sonido que emite es muy desagradable para los espectadores, e indica poca profesionalidad. Si no has podido probarlo con antelación o no estás seguro de que esté encendido, tócalo suavemente el pulgar y trata de percibir cualquier sonido que indique que está abierto.
Otra de las cosas que no deberías hacer es cambiar el micrófono de mano constantemente. Algunos conferenciantes u oradores necesitan tener algo en las manos para hacer frente a los nervios, pero si te pasas el micrófono de una mano a la otra durante toda tu exposición corres el doble riesgo de que el público se distraiga y de que el mensaje no llegue tan claro como debería a sus oídos, ya que las diferentes posiciones del micrófono hacen que hablemos cada vez desde una distancia distinta.