Tu cuerpo es una herramienta de comunicación más, así que tu postura corporal influye en el efecto de tu discurso cuando tienes que hablar en público. Este es un principio que cualquier ponente debe tener claro, ya que cuanto antes se asuma la importancia de la postura corporal al hablar en público más fácil será adoptar la postura ideal para aprovechar al máximo nuestro cuerpo en este sentido y de paso sentirnos mucho más cómodos sobre el escenario, de modo que evitaremos los efectos que causan los nervios.
¿Cómo afecta la posición de nuestro cuerpo al discurso oral?
El hecho de estar sentados o de pie durante nuestra exposición influye directamente en la postura corporal que adoptaremos, ya que las diferencias en ambos casos son plausibles. Sin embargo, hay que destacar que la postura de la espalda tiene un efecto crucial sobre nuestro discurso. Si eres capaz de mantener la espalda recta y erguida transmitirás seguridad al público al que te diriges, pero si adoptas una posición de espalda encorvada el efecto será el contrario: la imagen es negativa, de tristeza e inseguridad.
La postura adoptada también tendrá una influencia capital en el ritmo del discurso. Como deberías saber, controlar la respiración es imprescindible en los discursos públicos pero si estás en una mala postura los pulmones se comprimen y no aprovechamos al máximo nuestra capacidad pulmonar. El efecto es doble, ya que hacemos pausas innecesarias o fuera de lugar, lo que causa mala imagen, y poco a poco nos vamos quedando sin energía, una fatiga fruto de la mala respiración se se notará en el tono de voz, el ritmo y la intensidad.
Más allá de estos efectos negativos sobre el discurso, una mala postura también puede tener efectos sobre la salud de las personas que están acostumbradas a hablar en público. El hecho de perder la alineación entre tronco, brazos y piernas hace que los músculos estén en constante tensión. Por eso, es posible que a medida que avances en tu discurso aparezcan dolores en el cuello, la espalda o la cadera. Si no corriges la postura a tiempo, puede producirse una desviación de la columna, dando paso a problemas de espalda más serios.
Las mejores posturas corporales para hablar en público
Vista la importancia de la postura corporal al hablar en público, tendremos que analizar la nuestra y ver qué podemos corregir en busca de las mejores posturas para hablar en público. La clave está en mantener la alineación del triple eje tronco-brazos-piernas, de forma natural y cómoda.
Postura corporal para hablar en público de pie
Así, si el discurso es de pie nos mantendremos firmes frente al público, con los pies apuntando hacia ellos. En caso de tener un atril sobre el que apoyarnos, evita un gesto tan habitual como cruzar los pies para no desalinear el cuerpo.
Andar al hablar en público
Si estás de pie es fácil que puedas caminar sobre el escenario o la tarima durante tu discurso. Si es así, caminaremos mirando al frente, hacia las personas, nunca al suelo. Para asegurarnos de que no hay ningún obstáculo con el que podamos tropezarnos, antes de empezar a andar haremos un rápido barrido visual del suelo. Ya sea quieto o mientras andas, mantén la posición erguida pero suelta, que no caigan los brazos o la cabeza para evitar dar imagen de inferioridad.
Postura para hablar en público sentado
Estos principios también nos sirven cuando tengamos que hablar en público sentados. La postura debe ser recta pero relajada, apoyado en el respaldo de la silla o la butaca pero sin hundirnos en ella. Una vez más, hay que prestar atención al triple eje y evitar algo tan habitual como cruzar las piernas que nos hará perder la alineación. Igual que practicas el discurso, deberías practicar tu postura corporal para hablar en público. Además, los estiramientos y la práctica deportiva te ayudan a reforzar el trono, lo que redunda en una mejor postura corporal al hablar en público.