Si hay algo totalmente impredecible, es una entrevista de trabajo. Nunca sabes por donde pueden salir los entrevistadores, pero la cosa se complica si nos entrevistan en Recursos Humanos. Si lo hace el responsable del departamento o el área donde entrarías a trabajar, te preguntarán por el puesto en concreto, pero las entrevistas con RRHH pueden tomar caminos diferentes. Por eso, es muy importante saber cómo presentarse ante el departamento de Recursos Humanos antes de una entrevista. Recuerda que las primeras impresiones son muy importantes… incluso para RRHH.
Trucos para la presentación personal en una entrevista con RRHH
No importa que tengas un currículum excelente, el modo de presentarte dará una imagen de ti mucho más fiel a la realidad que cualquier currículum o carta de presentación que hayas podido enviar antes. Cuando hablamos de presentación y primera imagen hablamos tanto de la ropa que elijas como de tu lenguaje no verbal. Es más, quizá la primera persona que te recibe no sepa quién eres… o sea la persona que te va a entrevistar, así que seremos amables desde el principio y diremos quién somos y por qué estamos allí.
1. Ofrece información sobre ti
Una vez sepas quién será la persona que te entrevistará, llega la hora de presentarse. Un error muy habitual es entrar y empezar con la presentación, sin ningún tipo de información previa. Antes de soltar ese discurso que tan bien has preparado es muy importante saludar amablemente al equipo de RRHH que te va a entrevistar, sea una persona o varias. Utilizaremos una fórmula convencional para el saludo, por ejemplo “Buenos días”, y si sabemos el apellido de la persona que nos va a entrevistar podemos añadir un “señora García” o “señor Sánchez”.
2. Elige el saludo correcto
Aquí, la gran pregunta es dar la mano o dos besos. La primera norma que deberías seguir es la de respetar el espacio personal de cada uno. Lo ideal es anticiparse a la forma de saludar de la otra persona, tratar de prever si nos va a dar la mano o dos besos. En caso de no tenerlo claro o de que te ceda a ti la iniciativa deberías ofrecerle un apretón de manos firme y seguro, que no transmita nervios o tensión sino calma y autoconfianza. Y no te sientes hasta que te lo digan.
3. Estar preparados para cualquier cosa
Durante la entrevista es fácil que no solo analicen tu formación y experiencia, sino que tu discurso de presentación se tenga en cuenta también para estudiar cómo te desenvuelves en una situación de máxima presión como es una entrevista de trabajo. Sobra decir que si siempre tenemos que preparar a fondo y ensayar una y otra vez una presentación, en el caso que estar jugándonos un puesto de trabajo la llevaremos muy bien preparada, siendo conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles.
4. Explicar puntos fuertes y razones para trabajar en la empresa
Según el sector al que te dediques y tu perfil deberías incidir más en unos aspectos u otros, pero lo que no cambia es que deberías empezar presentándote brevemente, tu formación y experiencia, y a parir de ahí explicar cómo puedes encajar en la empresa. Tus habilidades y capacidades deberían quedar claras, así como el interés por el puesto. No olvides utilizar un tono y un ritmo claros, que faciliten a Recursos Humanos el seguimiento de tu intervención.
5. Agradecimientos
Para acabar de forma elegante, agradece su atención a los reclutadores y encárgate tú mismo de abrir el turno de preguntas proponiéndoles que te hagan las preguntas convenientes. Seguro que tienen cuestiones que resolver y preguntas de diferente índole que hacerte, así que si muestras predisposición a ello tendrás un punto ganado. Responde a las preguntas tras la presentación de forma honesta, de acuerdo a lo que has dicho en la presentación y no te niegues a contestar ninguna pregunta.